Descubre Moorea

UN TERRENO DE JUEGOS AL NATURAL

crédito: Jarrod Lopiccolo

Moorea

Moorea se alza majestuosa sobre el océano como una catedral, con unos picos elevados y abruptos, coronados por nubes. Poéticas cataratas caen por laderas cubiertas de helechos. Apacibles praderas flanqueadas por cumbres de tonos verde esmeralda te harán volver a creer en la majestuosidad de la naturaleza y la laguna azul brillante de Moorea encarnará la imagen idílica de los Mares del Sur. Casas de color pastel, rodeadas de jardines de hibiscos y aves del paraíso, rodean la isla formando un collar de pueblos donde la vida es sencilla y auténtica. Estimularán tus sentidos y te recordarán lo maravillosa que puede ser la vida. La vie heureuse, como dicen en Tahiti, “la vida feliz”. Uno de los lugares más increíbles de Las Islas de Tahiti, la belleza de Moorea es inolvidable.

 

Sobre Moorea

16,000
HABITANTES
82
KM²
AFAREAITU
CENTRO ADMINISTRATIVO
A 15 MIN
EN AVIÓN DE TAHITI

Razones para visitar Moorea

Un terreno de juegos al natural

Las aguas tranquilas de la laguna y los alisios que soplan en la isla de abril a octubre permiten practicar numerosas actividades: piragua, paddle, kite surf, esquí náutico, jet ski e incluso surf en la zona de los canales. Moorea es también un paraíso para los buceadores que enseguida se enamoran de este ecosistema variado de arrecifes coralinos y una colorida mezcla de flora y fauna submarinas. Buceando o haciendo snorkeling se pueden contemplar numerosas rayas, tiburones y tortugas marinas en una laguna con diferentes tonos de azul. En montaña, el relieve abrupto está dominado por ocho cumbres que rodean una magnífica caldera abierta y fértil. Es el lugar perfecto para realizar excursiones a pie, a caballo, en quad o en 4X4.

Ambiente y encanto polinesio

Colorida, florida y radiante, la isla de Moorea es un placer para todos los sentidos. En cualquier momento es un lujo pasear por los jardines y playas de arena fina, las innumerables flores y las plantaciones de piña, apreciar el espectáculo de un sesión de pesca en piragua o escuchar el sonido del ‘ukulele bajo un purau (Hibiscus tiliaceus). El visitante saborea estos momentos mágicos y un estilo de vida inimitable.

Una fuente de inspiración

Numerosos artistas viven diseminados en la isla de Moorea como otras tantas pinceladas brillantes sobre un lienzo. Pintores, escultores, joyeros y tatuadores han elegido instalarse en esta isla donde disponen de todo el tiempo para impregnarse de su belleza y serenidad e inspirarse para crear sus obras.